Por Virginia Larrazábal
«Dibújame un cordero», dijo el Principito al aviador,
y yo le dije a un soñador: dibújame en tu corazón.
Recordar en griego significa por allí pasar,
pero a él no le bastó eso y me dijo «te haré una casita en él, con gatitos y demás…».
Parece cosa de locos, pero bastó eso para vaciar mi maleta,
donde estaban empacados mi pasaje, mis audífonos y mis libretas…y, por su puesto, el soñador.
Con especial cariño para ti, que lo has inspirado.